Estas deliciosas bolitas de arroz, onigiri, tienen todo lo necesario para tener una comida completa, sana, natural y mucho más fácil de hacer de lo que parece ¿quieres probar? El secreto es humedecerte las manos para poder trabajar el arroz y que quede pegajosillo, te encantarán!!!
200 g arroz blanco
50 g quinoa
350 ml agua
1 manojo de espinacas
1/2 cucharada de sal marina
pimienta molida
un chorro de vinagre de arroz
semillas de sésamo tostado
100 g de guisantes
remolacha cocida partida en cuadrados
aguacate partido en cuadrados
1 lámina de alga nori
Lo más importante es cocer bien el arroz, intentar seguir las indicaciones del fabricante, pero lo importante es lavarlo un par de veces antes de cocinarlo y luego cuando lo terminamos de sacar del fuego que ya ha perdido prácticamente toda el agua tapar la cazuela un poco con un paño. Después pasar el arroz a una fuente y darle unas vueltas con una espátula para que se enfríe, y mientras condimentarlo, añadiéndole la sal, la pimienta recién molida y el vinagre de arroz.
Por otro lado cocer un poco al vapor las hojas de espinacas. quitarles el exceso de humedad con papel absorbente. Trocearlas. Dividir el arroz en cuatro cuencos, en uno de ellos añadir los guisantes cocidos y las espinacas. Formar las bolas humedeciéndonos las manos en agua.
En otro cuenco, ponemos la remolacha mezclada con el arroz, que absorberá su color rosado y quedan preciosas, pero en vez de formarlas en circulo darles con las manos un forma triangular. El alga nori cortarla en cuadrados pequeños y ponérselos un poco humedecidos por la parte de abajo del triángulo.
La de aguacate las deje todas enteras de arroz y dentro les puede un cuadrado de aguacate, forrándolas luego con semillas de sésamo previamente tostado.
Las hago del tamaño de meterlas en la boca directamente para que no haya problemas al morderlas y las untamos en salsa de soja.
