Lo imprescindible es tener un buen pan y si es del día anterior, mejor. En la receta original lo tuestan con mantequilla, pero reconozco que yo soy de aceite de oliva, que cada uno elija. El bacon que quede bien crujiente y el pesto hace que los sabores multipliquen su potencial.
Para 1 persona:
2 rebanadas de pan de pueblo
4 rebanadas de bacon
1 huevo
sal y pimienta
un molde para galletas de 4 cm
1 taza de queso cheddar rallado
4 rodajas de tomate
1/4 de pesto
un chorrito de miel
Para el pesto:
1 taza de albahaca
1 cucharada de semillas (piñones, almendras, calabaza)
1/4 taza Parmesano
1/6 taza aceite oliva virgen extra
1/2 zumo de limón
sal y pimienta
El pesto es muy sencillo de hacer y lo podemos tener guardado en la nevera durante una semana para utilizarlo en varios platos. yo suelo hacer cantidades más grandes para guardar. Solo tenemos que meter todos los ingredientes en el baso de una batidora y triturar todos los ingredientes.
Para el sandwich lo primero que hago es freír el bacon, mientras lonchear el tomate. Por último tostar el pan al que previamente le hemos hecho un agujero. Cuando esta tostado por un lado, le damos la vuelta y vertemos en el agujero el huevo para que se vaya cuajando. Untamos las tapas con el pesto, colocamos las rodajas de bacon bien crujiente y las rodajas de tomate, juntamos con la tapa del huevo y rociamos con un poco de miel (muy poca, pero el contraste le queda muy rico) y a disfrutar. No es para comerlo todos los días, pero esta riquísimo y se hace en un momento.
