Saksuka, me encanta este nombre, es una receta de la Academia de Artes Culinarios MSA de Estambul, la escuela de cocina más importante de Turquía.
«La cocina turca, al igual que otras cocinas con una larga tradición, está llena de soluciones ingeniosas para aprovechar los desechos y de recetas humildes y deliciosas que sacan el máximo partido de otros ingredientes»
«Se puede mejorar la calidad de vida a través de la gastronomía»
El director, Cem Erol dice «Yo no me enfrento al problema de la pérdida de alimentos desde una perspectiva meramente culinaria. Es una forma de vida, tenemos que valorar los bienes que consumimos. Es un modo de combinar la forma, de utilizar el producto de otra manera, con otras funciones. Cuando termina su función inicial, la creatividad permite beneficiarse de sus funciones secundarias»
Para 4 personas
2 cucharadas mas 500 ml de aceite de oliva virgen extra
1 cebollas en rodajas
2 patatas medianas en trozos de 3 cm
2 calabacines en dados
400 g de tomate frito casero
Harina para rebozar
Sal marina
50 g de pan rallado
Calentar a fuego medio 2 cucharadas de aceite en una sartén. Sofreír la cebolla hasta dorar y reservar.
Calentar los 500 ml de aceite en una sartén y freír las patatas hasta dorar. Reservar.
Rebozar el calabacín en harina y fríalo en la misma sartén 3 minutos hasta que doren, reservar.
Mezclar en un bol la cebolla con las patatas, el calabacín y la salsa de tomate.
Precalentar el horno a 180ºC. Extender el pan rallado en una bandeja sobre papel vegetal, 10 minutos hasta que dore. Yo utilicé pan rallado comercial, y no me gustó el resultado, es mejor utilizarlo casero y que no quede tan fino, sino más grueso.
