Estoy segura de que nunca habéis probado una panceta tan jugosa, gelatinosa y deliciosa como esta. Como casi todas las recetas es laboriosa, tiene un proceso largo de elaboración, maceración y horneado, pero probarla merecerá la pena.

Para rellenar 12 baos o 6-8 cuencos de ramen

1360 g de panceta sin piel

65 g de sal

50 g de azúcar

Combina el azúcar y la sal. Coloca la panceta en una fuente y dale un masaje. Tapa el recipiente con papel de film y deja reposar en la nevera durante 24 horas.

Calentar el horno a 200ºC.

Desecha el líquido que se haya acumulado en la bandeja e introduce la panceta en el horno con la grasa hacia arriba. Cuando haya pasado la mitad del tiempo regar con la grasa que se haya producido.

Disminuye la temperatura a 120ºC y cocina durante 1 hora y 15 minutos más. Puedes guardar la grasa que se haya producido en la bandeja en un tarro para otras recetas. Deja que la panceta se temple. Córtela en porciones de 1,25 cm de grosor y unos 5 cm de longitud.

Si no se puede utilizar en el momento la calentaremos posteriormente 1-2 minutos antes de servirlas hasta que estén calientes.