
16 Dic Todo tiene un comienzo
La primera vez que cojí una cámara de fotografías era una de la marca COSINA, la guardaba mi madre en el cajón de la lencería y a veces, cuando estaba sola en casa me tiraba en el suelo, abría el cajón, la sacaba de su funda marrón y comenzaba a disparar, mirando a través de ella. Recuerdo aquella sensación como una de las más placenteras de mi infancia.
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