Éste es uno de los nuevos ingredientes que ahora están en mi cocina y he de decir que de ahora en adelante es totalmente imprescindible y misterioso, porque sigo descubriendo cualidades y maneras de cocinarlo que me sorprenden.

Es muy facil de encontrar en cualquiera de sus formatos, yo he probado los tres. Siempre que puedas cómpralos ecológicos, los copos son baratos y duran bastante tiempo.

Tiene muchas cualidades beneficiosas para nuestra salud, un alto contenido en fibra que limpia nuestras arterias y depósitos mucoides.

Su naturaleza térmica calorífica, un sabor dulce ligeramente amargo, calma y restaura los sistemas nerviosos y reproductivos. Fortalece el bazo-páncreas.

Elimina el colesterol del aparato degestivo y de las artereas y fortalece los músculos del corazón.

Contiene fósforo que se requiere para la formación del cerebro y los nervios durante la juventud.

Fortifica y regula nuestra energía.

Su acción antiséptica, desfavorece la invasión de microorganismos.

Fué recomendada para personas con cancer y debilidad en general.

Su propiedad nervina ayuda en la relajación.

El agua de avena, puede calmar un tracto gastrointestinal inflamado y exesivamente sensible. Si la tomamos con regularidad, fortalece nuestro sistema inmunológico y nos protege de contagios.

Una cosa curiosa es que cuanto más cueza la avena, más espesa y aumentan sus cualidades nutricionales.

La podemos utilizar en sopas, búdines, panes, tartaletas o decoraciones y por suspuesto en porridge, galletas, granola y seguro que más cosas que iré descubriendo.

La harina de avena tiene una ligera textura que podemos sustituir por harina de trigo integral de repostería.